El lenguaje e Internet

Para quienes desconocen las particularidades de Internet puede resultar algo (no demasiado) esclarecedor.

Un acierto del autor ha sido sin duda dedicar capítulos separados a las diferentes situaciones que se presentan en Internet:

• La red informática mundial (o World Wide Web)
• El correo electrónico
• Grupos de charla (síncronos, como IRC; asíncronos, como las listas de correo)
• Mundos virtuales

La descripción que hace del lenguaje de Internet es bastante precisa a grandes rasgos. Sin embargo, es incapaz de proporcionar una visión lo suficientemente detallada con tan pocos datos: usa unos pocos correos de que dispone para describir el correo electrónico y otras pocas conversaciones para los grupos de charla. Para la red informática mundial se apoya principalemente en guías de estilo y en otros estudios sobre el lenguaje de Internet.

No ha estudiado profundamente el uso de otros idiomas aparte del inglés en Internet, cómo se relacionan comunidades angloparlantes con las no angloparlantes ni qué papel juegan factores como el ancho de banda. Se ve claramente que el autor no tiene ni la más remota idea de cómo funciona Internet a nivel técnico. Con esa limitación solo puede hacer apreciaciones superficiales.

No aporta nada nuevo, no resulta interesante la lectura y deja demasiadas cuestiones sin resolver. Tampoco se aventura a pronosticar mucho sobre el futuro de Internet y sus efectos. En el prólogo dice que el libro lo ha escrito básicamente para formar su opinión y esclarecer sus ideas acerca del lenguaje de Internet y sus consecuencias, poco más. A mí prácticamente no me ha aportado nada, quizás porque entiendo como funciona técnicamente Internet y ya había observado y participado en gran medida en las diferentes situaciones comunicativas de Internet usando diferentes idiomas.

A día de hoy, dadas las novedades que ha habido en Internet desde su publicación en 2001, el libro no resulta muy útil. No he leído la segunda edición (publicada en 2006) en la que se incluye un capítulo sobre los blogs y la mensajería instantánea ni creo que la lea nunca.